domingo, 1 de mayo de 2011

Verbo.

Vivir es otro de aquellos conceptos imaginarios que se nos manifiestan a menudo, periódicamente. Cuando te planteas qué quieres, o qué eres, o qué están haciendo contigo… o cuando estás sentado en un banco y los golpes de aire te traen los perfumes de la gente, o bebes un poco de leche con azúcar avainillado, o te das cuenta de que un día de estos te levantas y estás muerto. Gimes la tan pesada carga de una vida de sufrimiento y dolor contrastada con felicidad y placer, asumes sin temor que no hay algo después de la muerte y te propones adentrarte en los mundos ignotos de la filosofía del lenguaje. Es entonces cuando el desconocimiento aniquila tu voluntad, te obliga a soportar todos los males que te afligen y decides resignarte y arrojarte a un camino cuyo sendero no sabes dónde te va a llevar. Inercia es la palabra que más se acerca a esta sensación. La vida está… en otra parte. Lejos del esto y del aquí.

La boca me sabe a Lluvia, de Federico García Lorca.

1 comentario:

  1. Dejarse llevar, y ser víctima de la voluntad de la vida y no ser más que un simple testigo que ha de esperar hasta la muerte y que pase a otro nivel. Un nivel que puede existir o no, irónicamente no depende de nosotros nada de eso.

    ...pues yo no pienso esperar sentado.

    <3 tu blog!

    ResponderEliminar