Me ha calentado el sol ya tantos años...
Que pienso que mi entraña está madura.
Y tendrá que bajar, claro,
para arrancarme con sus manos inmensas y desnudas,
brillando silenciosamente.
Astro frutal sobre mi noche pura,
una nube vendrá y amanecerá brevemente.
Mi luz será para los vivos
y entonces;
lluvia.
Zumo dulce de él
irá cayendo la sabia de mi ser, como música.
Y entonces caeré muriendo y entregada.
Pero sangre, mortal, mi roja entraña
de nuevo quemará la luz futura.


